"Te
quiero", "por favor no te vayas", "no me dejes sola"...
Me siento
tan tonta diciendo eso a alguien que se que no me quiere. Quizá tu me dirás que
no eres el correcto, que encontrare a alguien mejor y que podemos ser buenos
amigos. No te creo. Ya no creo en tus palabras consoladoras que ahora no hacen
mas que herir, ya no creo en nada.
Todo lo que
he vivido me ha demostrado que la vida es un vil juego de engañar y ser
engañado, destrozar y ser destrozado. Yo no quiero jugar. No me pidas que me
levante a comenzar de nuevo, tampoco me pidas que seque mis lagrimas y mire
hacia delante porque no tengo fuerzas para hacerlo. Solo deja que mis lagrimas
sigan rodando por la piel de mis mejillas hasta morir en el suelo, destrozadas
igual que mi corazón.